Habia una vez una señora
que vivía en un edificio de una ciudad.
Cada mañana se asomaba
por la ventana para dar las buenas días a su vecino.
También cada mañana en un
edificio del otro lado de la calle salia humo con dibujos distintos. A ellos
dos les gustaba mirarlo.
Un día dejó de salir humo
y se pusieron muy tristes.
Pasaron unos días y el
humo volvió a salir, con un dibujo en forma de una señora con dos piernas.
Justamente sopló el viento y la cortina de la ventana de ella flotó en el aire.
Una señora con dos piernas y falda estampada voló por el cielo entre ella y él.
Jing Jing Liu
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